lunes, 10 de marzo de 2008

Starbucks


Antes, hace meses ya, frecuentaba un cafecito llamado Caligari. Luego fue triste volver y como era de esperarse no lo hice.
Desde entonces no visito cafés sino bares y cantinas (porque soy muy macho y me gusta escupir en el suelo y nalguear a las meseras).
Hoy, orillado por mi triste condición de persona-que-vive-sin-internet-casero, pensé que sería buen negocio visitar el starbucks que está a unas cuadras de mi casa y conectarme con el simple consumo de un café. Oh triste error, trágico destino.
Un café de contados 300 mililitros tiene el precio de un six de cerveza (nótese mi masculina comparación), café que sobra decirlo, estaba tibio y aguado. (aquí no haré comparaciones pero ustedes entenderán)
Bueno, tiene buena música, eso hay que reconocerlo, y pues la cercanía. Fuera de ahí todo es tan falso como la heterosexualidad del dammy.
Más o menos una hora antes de mi llegada terminé de leer La colmena, de Cela, y como ya lo había mencionado en alguna entrada pasada, él rockea.
Aquí debería de insertarse una poética cita de su autoría, pero el libro se quedó en casa, así que luego la pongo.
Frente a mi hay unos chicos que flirtean tomaditos de la mano, es una escena bella, él bebe un café con popote y él (el otro muchachito) le lee divertido unas líneas de un libro que amenaza ser el Quihúbole con, versión para hombrecitos, es decir el de portada gris.
Tengo mi carro de vuelta, le arreglaron un gran golpe que tenía desde hace años, todo por cuenta y gracia del seguro. Se acabaron los camiones urbanos y las cuotas del taxi.
Hasta pronto queridos lectores!

domingo, 9 de marzo de 2008

Ah, por cierto

fui al concierto de Bob Dylan
Bueno pues es Dylan, por lo tanto la escala para medir el espectáculo tiene que iniciar bastante alto.
Tocó más o menos hora y media, esperaba que su voz estuviera más gastada, pero no, bastante bien. No pusieron nada de escenografía, sólo los músicos y sus amplis. Eso está ok cuando es un lugar pequeño, pero el escenario era enorme y como que se perdían un poco. El guitarrista no hacía nada maravilloso, así que pues no sé. Más o menos
Nunca habó con el público, sólo al final dijo, presento a la banda y ya, dijo los nombres. Punto. Pues muy Dylan jeje.
Al final nadie hablaba del concierto, fue muy raro, la gente se saludaba y hablaba de otras cosas pero no escuché comentarios o euforia alguna...
Estuvo bien, pero tuve la sensación de estar escuchando un concierto de música clásica o algo así, todos muy sentaditos, llevando el ritmo con la punta del pie.
Me gustó que cambiara las letras de las canciones, bueno, en partes, aunque era raro cuando en mi cabeza cantaba las rolas y de pronto decía otra cosa. Muchas las cambió por completo de ritmo, pero con muy buenos resultados.
Así vistió en el concierto, nomás que yo veía sólo una manchita negra porque soy pobre y estaba lejos.
Le pongo un 9/10

jueves, 6 de marzo de 2008

miércoles, 5 de marzo de 2008

Desde el choque

que ni estuvo tan fuerte
uso el transporte urbano y los taxis cada día.
También me levanto más temprano y descubrí que no está tan mal. De hecho, desde el choque me he levantado siempre antes de que mi alarma suene. De cualquier forma me hago el dormido y le pongo otros cinco minutos. La costumbre.
Mi hermana se fue :( la extrañaré en casa, con sus pláticas divertidas y su comida de no.mames.
Ahora vivo solo y la casa me queda grande, los libros pequeños y las tardes flojitas. Ya veremos cómo evoluciona esto.
Compré un ampli nuevo. Entré con mi hermana el sábado a la tienda de música en busca de un cable y salí con un ampli (y un cable muy bonito). Tiene muchos efectos y cosas así, suena muy bien. Cuando me vaya de aquí lo venderé, creo.
Dos camiones y un taxi cada mañana. El seguro debería de pagarme todo eso. dos camiones = 10 pesos, un taxi = 40. Trabajo muy lejos. De regreso tengo que abordar el camión escolar y rodearme de niños a los que no quiero ver, luego, otro taxi. En fin, la miseria me rodea.
Parece, pareeeeece que mañana recupero el auto. Estoy invitado a un lugar al que me avergüenza sobremanera ir, pero no pude negarme, si no me regresan el carro ese será mi pretexto, si sí, no tengo salida.
Camilo José Cela me acompaña. Él rockea estos días.
Corrijo una tesis que no es la mía (inexistente) y me doy cuenta de que ser corrector de estilo es aburrido, sin embargoooo, te sube el ego. Sí, en verdad.
Tengo una chica alemana que es algo así como un ayudante académico. Se mete a mis clases y las observa, le di chance de hacerlo esta semana , después ella tendrá que trabajar por mi. Oh yeah. No, no está buena. bueeeeno.... mmm no. no :(
Me llegó mi visa, no es una credencial de hiperseguridad como yo creía, es un simple papelito (y por simple quiero decir simple) pegado al pasaporte. Estúpidos gringos. La foto es blanco y negro y salgo inclinado a la derecha, yo que soy hijo de la revolución y seguidor de la causa.
Desde el choque me siento desdichado.
No, desde antes

viernes, 29 de febrero de 2008

Me chocaron cuando venía al trabajo
Llegué y me empezó a doler la herida de la operación
Unas maestras como de sesenta años estaban hablando de lo raro que es ir a pagar tu propio funeral.
Creo que me iré a casa a descansar

miércoles, 27 de febrero de 2008

Esta semana:
1.-Pasé calificaciones y tuve que dar detalladas explicaciones a cada alumno que se le antojara saber por qué sacó lo que sacó. Después implementé una técnica ancestral: nomás el alumno se acerca le empiezas a echar el choro de, mira, a pesar de tu conducta que es pésima (aunque sea el mismísimo santo niño de atocha) te ayudé este parcial, pero ya no lo haré el siguiente, en verdad me has decepcionado, si no veo una mejora entonces habrá consecuencias más graves... bla bla bla. Esta técnica te ahorra el sacar lsitas, checar fechas y sobre todo aceptar metidas de pata.
2.- Sigo escribiendo la obra de teatro que me encargaron. Es agotador. Me dieron un texto y mi chamba es sacar una obra de hora y media de eso. No me pagarán un cinco por ella, y por si fuera colmo me advirtieron: tiene que quedar bien porque se representará en la ciudad y fuera de ella. Bah. Es lo que pasa cuando te ves obligado a pagar un favor.
3.- Saqué mi visa gringa después de cuatro horas de hacer fila.
4.- Me va medio de la chingada
5.- Retomaré hoy la tesis después de dos semanas. No comments
6.- Toco en una banda de morras.
7.- No, no soy una de ellas
8.- Compré mi boleto para Bob Dylan
9.- Tengo problemas de tipo privado
10.- Nada más.

lunes, 18 de febrero de 2008

De perros

Una vez atropellé un perro. Fue medio espantoso porque le pasé por encima. Al final no se salvó, lo llevé al veterinario y perdí así nomás 600 pesos por dormirlo.
Hace rato caminaba por la banqueta después de retirar dinero en el cajero, ya estaba todo oscuro y de pronto que escucho un chillido, voleto y veo a un perrito tendido en medio de la calle. Volví la vista porque sentí que alguien más le pasaría encima y entonces sería testigo del vuelo de las tripas y demás contenido canino. Poca no fue mi sorpresa cuando empecé a escuchar unos ladridos que se acercaban a toda velocidad. El pinche perro se había levantado y corría furioso para vengar su desgracia con mi pantorrilla. Pegué un brinquito muy masculino y me trepé a una macetera. El perro siguió su carrera.
Pinche perro, yo que por un segundo pensé en rescatarlo y llevarlo al veterinario para que éste lo durmiera y me cobrara otros 600 pesos.

viernes, 15 de febrero de 2008

Lo vi por primera vez

en la fonda de su madre.
Tenía hambre y buscaba algún lugar barato para comer entre las calles de esta colonia a la que recièn habìa llegado.
Entré y ocupé la única mesa del lugar. Su madre me recibió amablemente y preparó un guisado de carne con papas y cebolla.
Mientras comía lo escuchaba hablar, los bocados se volvieron pesados y tuve que hacer un esfuerzo enorme para tragarlos.
Entonces sentí miedo.
Tenía una voz gutural que torpemente salía de su garganta, sus manos se movían tanto que las moscas que se detenían a cagar sobre mi plato salìan espantadas.
Aquel pensaba que hablaba con su madre, pero yo la veía revolver la sopa y darle órdenes al mozo que limpiaba las migajas y rabos de cebolla que estorbaban por ahí. Él seguía hablando, ella, a veces, se quedaba viendo a no sé dónde, seguramente lamentándose, avergonzada en lo profundo.
Dejé el plato a medias. No quise verlo de nuevo. Le di a su madre un billete y me fui a mi casa.

Resulta que ahora estoy en un negocio de internet justo al lado de la fonda. Él ha entrado.
Sentado frente al monitor inicia su diálogo penoso. No! grita, ça ne se dit pas comme ça, ça se dit: Wir warten, die Waffe ist geladen.
Lo he visto, su cabeza trasquilada dibuja unas manchas oscuras.

jueves, 14 de febrero de 2008

martes, 5 de febrero de 2008